La pequeña capilla de la Dehesa de Valdemimbre está anexa a la casa principal de la finca. Antiguamente pertenecía a la Orden de San Juan de Jerusalén de Bóveda (actualmente, Caballeros de la Orden de Malta), cuya encomienda era la encargada de mandar los sacerdotes para que dijeran misa allí. Actualmente se encuentra cerrada al culto y, según me han comentado, algo abandonada. Una pena.
Una curiosidad: El propietario de la finca de pradera “La Cerca”, conocida por ser la que de mayor extensión de la antigua Dehesa de Valdemimbre (66 áreas y 55 centiáreas), además de sus derechos sobre la finca y del aprovechamiento del agua que discurría por el regato denominado London un día a la semana, tenía la obligación perpetua (según la escritura) de pagar una renta anual de diecinueve mil reales, impuesta por Don José Nuñez Valencia y Escarpizo, y que era distribuida así: siete mil reales por dotación a un capellán sacerdote que tenía la obligación de celebrar misa rezada todos los días del año en la Capilla existente en la casa principal de la finca, con todo lo necesario para el culto, y también de prestar sus auxilios espirituales a todos los que vivían en la Dehesa; dos mil quinientos reales, que se abonaban anualmente al sacerdote para los gastos del culto y de un acólito, haciéndose este pago y el de la dotación por trimestres vencidos en la misma dehesa; seis mil reales que el dueño tenía que distribuir todos los años a familias o individuos pobres y honrados, a su elección, dando las limosnas en presencia de los párrocos de las feligresías de donde pertenecieran los socorridos; y tres mil quinientos reales que entregaban al Obispo de Salamanca, para que este diera mil trescientos a la superiora y religiosas del convento de carmelitas de Alba de Tormes; igual cantidad a las de las Benitas de San Salvador de Ledesma; seiscientos a las del Corpus de Salamanca; y trescientos a las de Santa Ana, de dicha ciudad. Si alguno de estos conventos fuera suprimido, se entregaría su cantidad a las de otro que eligiere el Obispo.
Además de todo esto, se gravaban otros nueve mil reales anuales que los propietarios debían entregar, por trimestres anticipados, al Obispo de Salamanca, para invertirlo en la carrera eclesiástica de tres estudiantes pobres que eligiera el Obispo, señalando tres mil a cada uno, hasta la conclusión de su carrera, para hacerlo después con otros tres sucesivamente.
Además de todo esto, se gravaban otros nueve mil reales anuales que los propietarios debían entregar, por trimestres anticipados, al Obispo de Salamanca, para invertirlo en la carrera eclesiástica de tres estudiantes pobres que eligiera el Obispo, señalando tres mil a cada uno, hasta la conclusión de su carrera, para hacerlo después con otros tres sucesivamente.
En la foto, interior de la Capilla.
2 comentarios:
Dios mio, cuanto tiempo sin ver la capilla por dentro, desde que fuí monaguillo. Por cierto, muy interesante y curioso el tema del reparto de los reales.
Un saludo
Yo hice aquí mi primera comunión el 10-4-1977 juntó a mis primos Jose Miguel y Montse 😄😄
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