Tras concluir la habitual misa mayor en la Iglesia de San Juan con una salve cantada en honor de la patrona, un vecino se animó a dedicarle unas palabras: «Virgen del Aviso, nuestra patrona; en cuesta del Viso se apareció; en él y siempre en nuestro corazón. Virgen del Viso, todos te alabamos y brindamos de todo corazón. ¡Viva la Virgen del Aviso!».
A continuación los devotos hemos hecho cola para acceder al camarín de la Virgen situado detrás del retablo del altar. Allí, la Virgen preside la iglesia, donde se encuentra sosteniendo en su mano izquierda al Niño. Es costumbre besar el manto o el rosario que tiene en su mano la talla mariana. Con anterioridad a las doce del mediodía, ya se habían celebrado otras misas para los vecinos de Villalazán y Villaralbo.
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