Junto a una vieja senda que, en línea recta, se dirige hacia la Dehesa de Valdemimbre, en la base de una ladera rocosa, se sitúa la Piedra de los Marineros. Es un gran bloque de arenisca, el mayor de los varios que se desprendieron de los cantiles superiores y quedaron varados en las zonas más bajas. La curiosidad de la peña radica en la afirmación que asegura que acercando la oreja a la superficie se escucha el ruido del mar, o también las campanas de un hipotético Linares, e incluso, hasta "se ven las estrellas". Todo es un engaño, pues a quien hace caso del embuste le dan un empujón contra la roca. El dolor del golpe, del coscorrón, se acrecienta por las risas y la mofa, con la percepción de sentirse burlado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario