Seamos un poco más limpios y civilizados, señores. No cuesta nada colaborar para mantener un poco más limpias nuestras calles, ya no solo por imagen ante nuestros visitantes y veraneantes, sino por la salud e higiene de nuestros hijos, sobrinos o nietos que al llegar el verano juegan más en la calle, en el parque, patio de colegio o en el césped de cualquier jardín o jardinillo; los cuales, parece que tienen un imán especial para encontrarlas. Incluso por la nuestra, porque quien no ha pisado alguna vez algún “regalito” de estos, se ha resbalado con ella o, incluso, hasta se le pegado en una rueda de la bicicleta.
Señores, seamos más responsables y menos incívicos (por no decir otra cosa), que el vecino de turno al que le toca el sorteo, generalmente "la pedrea", a la puerta de su casa no tiene porqué estar quitándolas todos los días. Que cada uno se limpie su m...... y la de sus animales.