La tarde-noche de ayer nos sorprendió con una peculiar tormenta de verano que hizo que, sobre las 9 de la noche, el cielo cambiara su color azul grisáceo habitual en una tormenta por el rojo. Salió el arco iris oscureciendo y apareció acompañado de truenos y relámpagos de "culebrilla", como dicen por estos lares. Y todo esto junto, dió fruto a éstas raras y espectaculares instantáneas.
Posteriormente llegó la tormenta del agua...
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