miércoles, 7 de noviembre de 2007

Sanzoles: Origen e Historia (Primera Parte)

Realizado or Santiago Martín Antruejo

Sanzoles está situado al sur del Duero y sus tierras corresponden en su inmensa mayoría al 2º periodo de la era terciaria del llamado Oligoceno, tierras sueltas, en cuyas capas inferiores del período formada de gruesos cantos rodados que han servido de drenaje natural a éstas, y en ellas florecieron enormes encinares que el arado fue devorando sin piedad. Su término se extiende como un gran saco un poco inclinado hacia el noreste, y se extiende desde Valdeescalona en el sureste hasta El culo del mundo en el ángulo Noreste del término (ambos parajes del mismo), especie de apéndice que se dirige hacia el norte y por donde sale el camino a Peleagonzalo. Sus alturas más destacadas están alrededor de los 750 metros de altitud, destacando La lámpara con los 771 y El Montico que llega a los 784 metros. Pero hay un fenómeno importante que hay que destacar: el río Talanda, que viene desde el sureste de la comarca, concretamente desde los pueblos de Argujillo, San Miguel de la Ribera, El Piñero y Venialbo, avanzando casi siempre perezoso hasta el Duero, como si tuviese miedo a unirse a él, como bien expresa el dicho popular: “El río Talanda, que cuando llueve anda y cuando no se para”.

Una bonita panorámica de Sanzoles. Foto de J.C. Parrado

A lo largo de sus praderas, un día cubiertas de alamedas como recuerdan los textos, el ganado ha encontrado siempre cobijo y sustento, y también en sus aguas estancadas tuvieron su sede durante siglos las famosas fiebres “tercianas”, que repetían cada 3 días y que torturaron a la población hasta épocas recientes.

Sus caminos llevan dos direcciones principalmente, unos hacia el noroeste, hacia el puente de la ciudad de Zamora, y otros, más discretos, dirección del otro puente, el de Toro.

En su término municipal hay una bella muestra de topónimos llenos de históricas sugerencias, que van desde la Cañada al Castillo, y desde la Frontera al Judío o desde el Hongón a las lámparas, las llaves o el Señor, Valdeluna o Valdemoro, sin olvidar el miedoso Teso de la Horca.

SANZOLES: UNA LARGA HISTORIA

Sanzoles corresponde a uno de los cuatro hagiotopónimos (vinculados con la Iglesia) que existen en nuestra comarca, junto a San Marcial, Santa Clara de Avedillo y San Miguel de la Ribera. Y es que en su nombre evoca el culto a Zoilo, un mártir cordobés que fue venerado a partir del siglo VII en el arrabal de los bordadores de la ciudad califal. Se trataría pues de un Santo que gozaría de gran devoción entre los mozárabes huidos de Al Andalus hacia tierras leonesas. Existe también otra versión que explica que este nombre corresponde al de un monje llamado Sanzoles, enterrado en Salamanca, y que se le considera abogado del mal de oídos. La leyenda popular dice que unos frailes tenían un convento en el Teso del Viso y que fueron ellos los fundadores del pueblo, por lo que se puede decir que Sanzoles tiene sus posibles orígines, al menos como poblamiento más moderno, en la repoblación medieval.

Sobre su suelo el hombre ha dejado huellas desde hace más de tres mil años (comienzos del Bronce I). Los topónimos que recuerdan formas circulares abundan sobre sus tierras, por ejemplo: el Redondil, el Redondial, que nos indican la existencia de restos, y hay lugares donde a pesar de las profundas labores de la maquinaria moderna, todavía se conservan. El año 1985, las niveladoras hicieron desaparecer un túmulo (montecillo artificial con que en algunos pueblos antiguos se cubría un sepulcro o sepultura), del que su solar es lo único que hemos podido contemplar. Los restos arqueológicos, sobre todo en la Dehesa de Valdemimbre, pedanía de Sanzoles, son muy abundantes. Allí existen , entre otros, restos arqueológicos prerroramos de gran importancia, entre ellos un sarcófago de piedra de época de Roma y el emplazamiento de un castro celta (asentamiento amurallado castreño), que todavía se conserva. También allí se han encontrado varias losas de mármol de origen romano.

En 1955, Eladio Sánchez, vecino del pueblo ya fallecido, encontró restos prehistóricos cavando en una huerta de su propiedad en el término del “Redondil”. Encontró varios cráneos humanos, un esqueleto al que le faltaban algunos huesos, 9 hachas de piedra negra, 4 o 5 raederas de piedra de pedernal (similares a las que se utilizaban para empedrar los trillos, aunque más duras, o también en los mecheros de mecha). Dichos restos fueron trasladados a Zamora, se supone que para un mejor estudio ya que según las primeras investigaciones podían datar del 2500 al 3000 a.c. Suponemos que actualmente se encuentren en el Museo Etnográfico.

Estos hallazgos son una muestra de la existencia de un poblamiento mucho más antiguo que el que señala la repoblación de la época medieval. También existen vestigios en las proximidades de asentamientos vetones.

La Edad Media aparece muy pronto en estas tierras y las fundaciones monásticas avanzan a través de ellas hacia el sur, una vez pasada la línea del Duero. El primer documento pertenece al año 1290, y corresponde a una licencia para hacer un molino “a medias” en Sanzoles, concedido por el deán Alfonso Pérez, cabeza del cabildo o comunidad de capitulares de la Catedral de Zamora. Este documento está escrito en una “vitela” (piel de vaca o ternera adobada muy pulida). El mismo deán, en 1352 concede una “yugada” de heredad de bueyes en Sanzoles a favor de su criado, Rodrigo Alfonso. No cabe duda que ya, desde la Alta Edad Media estas tierras del sur del Duero estuvieron vinculadas a la Iglesia, y esto indica las vicisitudes seguidas a lo largo de la Edad Moderna y la posterior desamortización.
En 1594, como consecuencia de problemas sobre diezmos, se celebra una concordia entre el Cabildo y el cura de Sanzoles, sobre el diezmo de Las Contiendas. El diezmo era la décima parte de los frutos que se pagaba a la Iglesia. Este documento es uno de los muchos que se encuentran en el Museo Catedralicio de Zamora. Es también una vitela y lleva sellos de plomo, con las armas pontificias, estampados con tinta roja. Esta bula papal pone fin al conflicto.

Sanzoles fue villa y señorío del cabildo de la Catedral de Zamora, junto con la de Bamba, el lugar de Avedillo y el despoblado de San Román de los Infantes. Este hecho nos permite analizar algunos fenómenos, que podían parecer raros pero que son normales dentro de lo que eran las jurisdicciones. Uno de ellos es el caso de un vasallo que en 1536 se le imponen penas por quebranto de cárcel y en 1561 se detiene a otro vasallo de Sanzoles por la justicia del deán y cabildo, "por demoler y quitar los mojones que los señores habían dispuesto poner entre los términos de la villa". Además se le acusaba de ser cabeza y caudillo de la villa, provocando a los vecinos de la misma contra las disposiciones que habían dado los propios señores de la villa. Estas penas iban desde los azotes, al hecho de ayudar a los pobres, pasando por ser expuesto a la vergüenza pública por las calles de la villa o a la excomunión de la Iglesia.

Durante el reinado de Felipe II, Sanzoles, como muchas otras villas pertenecientes a distintas jurisdicciones, sufrieron los avatares de la situación económica que atravesaba el reino. El 24 de diciembre de 1578 y por Real Fuero de Felipe II se indica la venta de los pueblos que son de su propiedad: Sanzoles, Fuentesaúco, medio pueblo de Venialbo, Villamor, La Dehesa de Guarratinos y Mayalde. Y así, Don Pedro Isunza, proveedor de los hombres de negocios financieros de Castilla, y domiciliado en Vitoria, solicitaba al rey las dos villas, la de Sanzoles y la de Bamba, “a cuenta de lo que la Hacienda Real le debía del asiento deL año 1575, tomado con él y con los demás hombres de negocios de Flandes”. Bamba estaba tasada para venta en 750.000 maravedís (antigua moneda española de cobre) y Sanzoles en 1.004.161. Estos acreedores de la Real Hacienda no las querían para “asentarse en ellas” y ser “señores de vasallos”, sino para cederlas. Y así fue, Pedro de Isunza cede la villa de Sanzoles a Francisco de Villalpando y Bamba a Juan Pérez de Granada. Sin embargo, las dos villas aspiran a ser libres, y para esto solicitaban y se les autorizaba un “censo” sobre los bienes propios. Nada va a ser posible, porque el rey Felipe II, a su muerte y autorizado por bula papal, decide devolver a la Iglesia los bienes que le había desamortizado aunque estuviesen en manos de terceros poseedores o los hubiesen comprado personas de la Hacienda Real, pagándoles el precio que verdaderamente les hubiera costado. Por lo que en 1598 tanto Sanzoles como Bamba vuelven a pertenecer al cabildo. Según el papa Clemente VIII, el rey había hecho esto por un problema de conciencia, "un descargo del alma de su majestad".

En este segundo retorno de la villa al deán y cabildo, se hacen con las alcabalas de Sanzoles. Estos impuestos hacen “huir a la población” y Sanzoles, que en 1598 contaba con 90 vecinos, ve desaparecer en dos años a más de 50, según dicen los documentos de la época, “gentes que merodean de lugar en lugar”, sin embargo las villas van a seguir perteneciendo al deán y cabildo hasta el siglo XIX.

La situación de Sanzoles, sin duda en un camino que desde el sur avanza hacia el río, le permite en 1657, que el deán y cabildo consignen un privilegio de alcabalas sobre Sanzoles. Las alcabalas eran ciertos impuestos que se pagaban en contratos de compra-venta y de permuta.

En 1811, todavía se remitían al deán y cabildo cuatro nombres de vasallos para elegir alcalde “a aquel que más hayan por conveniente”.

En resumen, las tierras que el deán y cabildo poseían en la villa llegaban al 90 por ciento, 285 cargas de seglares y 585 de eclesiásticos, a las que se le unían “Las Contiendas“ con el carácter de “tierras yermas”, que suponían 119 cargas.

Estas tierras se desamortizan entre 1842 y 1843 y en 1845 se venden 1300 fanegas en 39 lotes en total. Estas tierras entran a partir de este momento en la dinámica normal de herencias, compras y ventas, apareciendo los términos municipales, en más o en menos, con las características que conocemos.


Continuará...

BIBLIOGRAFÍA (Primera Parte):- “Por tierras de Zamora: Sanzoles”. Artículo escrito por D. Herminio Ramos y publicado en la edición dominical del periódico “El Correo de Zamora” de fecha: 3 de Mayo de 1987.


- “La Prehistoria en el término de Sanzoles”. Artículo escrito por D. Santiago Esteban y publicado en el periódico “El Correo de Zamora” de fecha 31-10-1981.

- "Legajo 48-2", depositado en la Catedral de Zamora.

Quiero agradecer muy especialmente a Casimiro Hernández, antiguo secretario del Ayuntamiento, por toda la información que sobre el pueblo me ha facilitado para poder elaborar este artículo para el blog, a Ana María Juan García y también a Mari Nieves Peralta por prestarme gentilmente una copia del magnífico artículo de Herminio Ramos que cito en la Bibliografía. Muchas gracias a los tres.