martes, 19 de septiembre de 2006

LA HISTORIA DE "PIZARRÍN"

Escrito por Susi Enríquez Hernández

Quiero con este relato refrescar la memoria a todos aquellos que vivimos un hecho insólito el día 6 de septiembre en la plaza de toros de Sanzoles en el año 1944, con un toro que se precipitó por una bodega situada en un callejón que daba acceso al coso taurino y que tropezó casualmente con una tinaja llena de vino, donde la res bebió después de romperla hasta saciarse, por lo que cogió una tremenda borrachera y ese fue el motivo de que salieran con vida las personas que allí se refugiaron para pasar el rato bebiendo animadamente el vino de albillo recién estrenado que allí tenía el señor Lucio Gallego, dueño de la mítica bodega.

Les recordaré las personas que allí se encontraban, entre ellas mi padre: Julián “El Labrador”. Perdón si me olvido de alguno que estaba en la animada tertulia y digo animada porque cuando les sorprendió el toro ya estaban bastante bebidos.

En dicho aposento estaban el señor Máximo Rodríguez "El Abuelo", que fue el que abrió la puerta de la bodega para pasar el rato, y unos cuantos que se creyeron afortunados para divertirse con el buen vino blanco de albillo que acababa de hacer el señor Lucio.

El “Labrador”, mi padre, quitó uno de los palos que protegía la entrada de la bodega a modo de burladero y de esta forma entró, sin saber, hasta cierto descanso el citado novillo que, con su cornamenta, empujando por la inercia del desnivel de las escaleras, bebió todo el vino que quiso hasta emborracharse con el exquisito caldo que contenía la preciada tinaja.

De esta guisa, el morlaco, siguió aturdido embistiendo a todo lo que alcanzaba a su paso, y en esta situación llegó al final de la bodega, donde se habían refugiado detrás de las cubas y cubetas de madera que allí estaban, todos los asistentes, entre ellos el pobre de Pizarrin (caminero del pueblo) que sin poder protegerse arremetió contra él atravesándole una pierna con su respetable cornamenta, rasgándole las vestiduras de gala que con tanto esmero su mujer le había preparado. Quedó completamente desnudo y así lo sacaron de la bodega después de subir el toro, que con grandes esfuerzos pudieron acercarlo a la plaza.
Otros de los que no podían faltar en el evento, eran el señor Eugenio Murcia, Antonio García "El carnerero", el señor Santos (molinero de Bamba), el señor Julián "El Labrador" y el dueño de la bodega, el Señor Lucio Gallego.
Me siento obligada a completar el relato, para que lean la copla que con tanto acierto, buen humor y gracia estampaba con soltura el señor Anastasio Muñoz (El esquilador)...

Atención noble auditorio
A lo que voy a contar
Ha ocurrido un caso triste
El día San Sebastián.

¡Ay Pizarrin, quien lo diría!
Que en la bodega
El toro te cogía

El día San Sebastián
A las 4 de la tarde
En la bodega de Lucio
Ha ocurrido un gran percance
El toro salió de la plaza
Pero ya con mala suerte
Que al pobre de Pizarrin
Pudo costarle la muerte.

El toro enfurecido
Hacia el corral se marchó
Y un palo que había puesto
El labrador lo quitó.

El toro bajó hasta abajo
Esto es triste de contar
De la primera cornada
El vino pudo “arramar”.

Pizarrin al ver el toro
Y el vino allí derramado
Clamaba a sus compañeros
Para poder auxiliarlo.

Ya clamaba por su madre,
El toro se emberronó
Y al pobre de Pizarrin
En cueros ya lo dejó.

Todos llenos de temor
Al ver aquel compañero
Que cuando subió el toro
Le registraron su cuerpo.

Le vieron todo “entisnado”
Con una herida infernal
Sólo con una corbata
Que el toro pudo dejar.

Ya lo suben para arriba
Con cara y cuerpo “entisnado”
Y la capa de un torero
Le sirvió de taparrabos.

Lo sacaron a la plaza
Y el público en general
Creyeron en el momento
Que estaba de carnaval.

Enseguida lo llevaron
A los dos facultativos
Y al registrarle la herida
Dicen que era de peligro.

Enseguida lo pusieron
En la alta dirección
El auto de la Cruz Roja
Al hospital lo llevó.

Ya salió del hospital
Con muchísima alegría
A preparar la canasta
Para arreglar la Muñiquina.

Aquí termina la historia
Del pobre del caminero
Dios le dé mucha salud
Para criar a sus pequeñuelos.
***
FOTOS PARA EL RECUERDO

Fiestas de San Sebastián - Septiembre 1948

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