jueves, 9 de octubre de 2008

Estudio sobre San Zoilo, patrón de Sanzoles.

Realizado por Santiago Martín Antruejo.

Zoilo fue el primero de una veintena de mártires cordobeses (de la provincia hispánica de Bética) que perecieron en los albores del siglo IV bajo la persecución de Diocleciano y Maximiano. Constituido el Imperio Romano como una tetrarquía, España quedó dentro de la región gobernada por el César Constancio, quien atenuó en las zonas de su mando las persecuciones a los cristianos, que tuvieron como instigador en el resto del Imperio al César Galerio.
Dada esta circunstancia, es de suponer que el martirio colectivo de Zoilo y sus compañeros no sucediese antes del año 303, en el que aparecieron los tres primeros edictos, y que tuviera lugar en el 304, en el que un nuevo edicto imperial condenaba a los cristianos indiscriminadamente y por el cual fueron apresados por el sanguinario gobernador Daciano.

En el año 613, reinando el rey Sisebuto, el obispo godo de Córdoba Agapito II tuvo la revelación del nombre del mártir y del sitio donde yacía su cuerpo. Acompañado de clérigos y fieles descubre los restos que hace trasladar a la iglesia de San Justo, la cual, para dignificar la memoria del mártir, es ampliada, conmutando desde entonces su título por el de San Zoilo. De esta iglesia de San Zoilo fue clérigo, ya en el siglo IX, San Eulogio, quien sitúa el templo en el centro de la ciudad. El monje Usuardo, que estuvo en Córdoba el año 858, incluye a Zoilo en su Martirologio haciendo expresa memoria de la aparición a Agapito 11, y de este dato Hensquenio deduce que el Acta del martirio fue también revelada al obispo Agapito o Agapio.

Posteriormente el Cerratense recoge este relato en el siglo XIII y el P. Flórez lo incluye en España Sagrada, pero impugna la teoría de que el acta de Zoilo sea tardía.

De la mencionada Acta, literariamente posterior, resulta la legendaria caracterización de Zoilo y su martirio siguiente:
"Zoilo era un joven de familia ilustre, educado en el cristianismo y que no dudaba en desafiar de manera constante la represión religiosa de aquel tiempo, manifestando públicamente su celo cristiano. Denunciado ante el juez, éste le consideró como el más cualificado entre otros detenidos, por lo que trató de hacerle apostatar para que su ejemplo arrastrase a los demás. Entre juez y juzgado se establece un diálogo en el que Zoilo rehúsa sobornos, afirma su fe y pretende evangelizar a su juzgador. El juez le manda azotar y atormentar con las uñas de hierro sin que la tortura surta efectos y entonces a un verdugo se le ocurre sacarle a Zoilo los riñones por la espalda, sin que tampoco éste muera por el nuevo suplicio. Desesperado el juez, desenvaina su propia espada y le corta la cabeza. Seguidamente manda degollar a los restantes arrestados y ordena que todos sean sepultados entre los paganos para que los demás cristianos no pudieran encontrar sus cuerpos."

El descubrimiento de sus restos por el obispo Agapito tres siglos después llevó a la refundación en su honor de una basílica cristiana existente en lo que hoy es la iglesia de San Andrés. Allí fueron respetados durante los años del emirato y el Califato.

Talla de San Zoilo - Iglesia de Sanzoles (Zamora)

En el siglo XI, año 1070, debido al marco de inestabilidad causado por las grandes campañas castellanas contra los reinos de taifas musulmanes, se ordena el rescate de las reliquias de San Zoilo, que son llevadas en un largo viaje desde Córdoba hasta la provincia de Palencia por el conde castellano Fernán Gómez donde se depositan en el Monasterio Benedictino de S. Juan Bautista en Carrión de los Condes, que ya se llamó de San Zoilo. Desde entonces también el santo se llama San Zoilo de Carrión. Además de las reliquias de Zoilo, Fernán Gómez regresó de Córdoba con las reliquias del mártir Félix y del obispo Agapio.

Los restos que en Córdoba quedaron, fueron ocultados con las de otros mártires en el sepulcro de San Pedro.

El Monasterio de San Zoilo está ubicado en la orilla derecha del río Carrión muy próximo a la calzada romana posteriormente reutilizada como “Camino de Santiago”.

El 18 de junio de 1714, se trajo desde Carrión a Córdoba una canilla de un brazo de San Zoilo para depositarla en la ermita que lleva su nombre, situada a pocos metros de la Iglesia de San Miguel, y actualmente cerrada al culto. En ella solo se puede ver una fachada con motivos religiosos, incluyendo la efigie de un hombre siendo martirizado, y una minúscula espadaña para una campana. La calle donde está situada, que también lleva su nombre, se dice que fue donde recibió el martirio el Santo en el siglo IV y en el pozo que se encuentra en la ermita donde fueron arrojados sus riñones.

Ermita de San Zoilo (Córdoba)

El Cerratense enumera los prodigios de la traslación y los milagros conocidos de Zoilo, lo que ha sido transcrito por P. Flórez. El Breviario Mozárabe conserva un himno gótico que, glorificando a Zoilo, dice:

«Martyrum nulli remanente vita, Contigit terris habitare nostris; Solus tu morti propriae superstes, Vivis in Orbe».

En Navarra y Zamora, existen los pueblos de Sansol y Sanzoles respectivamente, nombres derivados del nombre original "San Zoilo" que pervive también - esta vez sin corrupción lingüistica- como titular de sus iglesias parroquiales y patrón de ambos pueblos.

Hace pocos años, se trajo a Sanzoles desde el Monasterio de Carrión de los Condes una costilla de San Zoilo, certificada oficialmente como tal en un documento, y que se encuentra guardada en una urna, la cual se da a adorar a sus fieles el día 27 de Junio, día en que la Iglesia conmemora su muerte, aunque la fecha real de su martirio se desconoce.


1 comentario:

Anónimo dijo...

He descubierto esta página y decir que en Cáseda (Navarra),existe una ermita dedicada a este santo.La Ermita de San Zoilo que precisamente esta en peligro.Ya que necesitaba de una restaureción de la cual las autoridades competentes no hacen nada.Yo de siempre conozco una romería el dia 15 de mayo a la misma.!!!Hagamos algo por ella¡¡¡