Entre los últimos días del mes de Diciembre y los primeros días del mes de Enero, localidades zamoranas como Sanzoles, Montamarta o Pozuelo de Tábara celebran las denominadas Mascaradas de invierno o Fiestas de Antruejo en las que el común denominador es un personaje enmascarado y de vestidura extravagante: El Zangarrón.
En Sanzoles, la fiesta del Zangarrón se celebra los días 25 y 26 de Diciembre (vísperas y día de la fiesta, respectivamente). Esos días del año, las heladas y las frías y densas nieblas dan todavía un aspecto más fantasmal al enmascarado.
Bajo la dirección del tamborilero y ante el son ancestral de la flauta y el tamboril, los mozos, generalmente los quintos del año, participan en la fiesta como “bailadores” que con su sonar de castañuelas, sus capas negras o bandas y sus "leguis" danzan por las calles del pueblo.
En las diferentes localidades existen diversas variantes propias en la interpretación de esta fiesta, pero en todos una constante que unas veces se aplica al Zangarrón y otras a los danzantes o bailonas: Como su número o normas como la de no dar nunca la espalda al altar de la iglesia o al santo que se venera en la procesión. Otra constante de la fiesta son los cencerros y esquilas.
Actualmente en Sanzoles, el Zangarrón no entra en la iglesia y son las bailonas las que no deben de dar nunca la espalda al Santo. Antiguamente entraba en la iglesia, cumpliendo su faceta de fiesta pagana, y asistía a la celebración de la Eucarisitía.
El Zangarrón de Sanzoles: No sólo Fiesta de interés turístico regional, como ha sido declarada en 2005 y que la sitúa entre las más importantes de Castilla y León, Fiesta que mantiene viva la tradición año tras año.
Si hay alguien que ha escrito sobre la más tradicional y popular fiesta de Sanzoles con numerosos escritos ese ha sido D. Santiago Esteban Ganado (“El Relojero”), sanzolano nacido en 1911. Tres fueron sus grandes pasiones: los relojes (relojero artesanal de profesión), la música (como uno de los componentes de la antigua banda de música del pueblo) y la escritura.
Dentro de esta última, quiero destacar de entre sus innumerables escritos esta composición poética en la que nos explica la versión más popular del posible origen de la Función del Zangarrón de Sanzoles: La versión religiosa, ya que no existe documento escrito alguno que constate su origen exacto.
HISTORIA DEL “ZANGARRÓN” DE SANZOLES
Dicen que hace muchos años
Se declaró la peste en Sanzoles,
Muriendo desde los viejos,
Hasta niños como soles.
Todas las gentes pedían,
Al bendito San Esteban,
Que de aquel terrible mal,
El santo les protegiera.
Como el Santo no podía,
Con aquella peste fatal,
Se creyeron no quería
Y lo tomaron a mal.
No volvieron a la iglesia,
Ha hacer súplicas al Santo,
Por creer que no quería,
Librarles de tanto llanto.
El cura tuvo la idea
De sacarlo en procesión,
Más cuando iba por las calles,
El pueblo se amotinó.
Y empezaron a insultar
Y tirar piedras al Santo
Y hasta algunos le decían,
Márchate, que desencanto.
Al ver tan gran sacrilegio,
Un devoto de esta imagen,
Se fue corriendo a su casa
Y se vistió estos ropajes.
Se rodeó por el cuerpo,
Una manta de las mulas,
Unos cencerros de vaca,
Se colocó en la cintura.
Una media de color blanco
Y otra color colorado,
Unas vejigas infladas,
En extremo de un palo.
De papeles de colores,
Una coleta colgando,
Con una horrible careta,
Así se marchó hacia el Santo.
Con el ruido de cencerros,
Aquella cosa tan rara,
Toda aquella muchedumbre,
De pronto quedó asustada,
Pero éste no se detuvo,
Sino que pasó corriendo
Y la gente aunque asustada,
Se le fue detrás siguiendo.
Dejando al Santo tranquilo
Y sin ninguna protección,
Pudo volver a la iglesia,
Gracias a aquel bicho raro,
Que se llamó “Zangarrón”.
La víspera del “Zangarrón”
Todos los mozos del pueblo
Corren con grandes cencerros,
Con estrepidante son.
Todas las noches lo hacían,
Para espantar a la peste,
Ya que el “Santo no podía,
ni con milagro celeste”.
Corrían todas las calles,
Cargados con los cencerros,
Hasta que apuntaba el día,
Asustando hasta los perros.
Hasta que no murió nadie,
Ni con lunas, ni con soles,
¡La peste ha huido! Gritaban
¡Ya está libre Sanzoles...!
***
También Ana María Juan García, usuaria de este Telecentro, ha querido versificar de este modo la versión más popular de esta fiesta, que está relacionada con San Esteban, en cuyo honor tiene lugar dicho festejo. Y es que como ella dice: "En Sanzoles todos y cada uno de nosotros llevamos asociada desde nuestra niñez la figura siempre exótica y misteriosa del famoso Zangarrón".
Sentada al amor de mi brasero,
en las frías noches de invierno,
fluyen a mi pensamiento
mil nostalgias y recuerdos.
Cuentos, leyendas, poesías
¡Cómo afloran a mi mente!
Y a pesar de los años transcurridos
Que cercanas y bellas me parecen.
Comprendo que en verso es complicado,
Pero intentaré resumir está leyenda
Que de niños boquiabiertos escuchamos
De nuestros mayores con sorpresa.
Desde tiempos ancestrales,
En mi pueblo se celebra,
El famoso Zangarrón
En honor a San Esteban.
La leyenda popular
Nos narra y da esta versión,
Que una peste destructora
A todo el pueblo asoló.
Para librarse de ella,
Con devoción y fervor
A dicho santo en rogativa
Sacaron en procesión.
Se cuenta que algún desalmado
No hallando su curación,
Con coraje y a pedradas
Contra el mártir se ensañó.
Ante el estupor de todos
De la oscuridad surgió,
Un horrible enmascarado
Que al demonio simuló.
Dispersando a los presentes
Que con inmenso pavor,
Clamaban mirando al cielo
E implorando protección.
Este extraño personaje
¿Quién era y porqué apareció?
Según relata la historia
Nos llega esta explicación:
Que fue un devoto del Santo
Y de ese modo actuó
En defensa de la Iglesia
Y de su Santo Patrón.
Desde entonces y hasta hoy
Sirve de diversión,
Este hombre enmascarado
Que llamamos “Zangarrón”.
Como colofón diré:
Que el 26 de Diciembre
Dicha fiesta celebramos,
En el pueblo de Sanzoles